Los transportistas liberteños acatarán un nuevo paro este 12 de noviembre, demandando que las autoridades prioricen la seguridad en Trujillo y otras provincias.
En medio de una creciente crisis de seguridad, la Asociación de Transportistas de La Libertad ha anunciado un segundo paro de transportistas para el próximo martes, 12 de noviembre, en respuesta a la falta de acciones eficaces contra la criminalidad en la región. Carlos Guerra, vocero del gremio, informó que la medida busca poner en agenda el impacto de la extorsión y la delincuencia organizada que afecta cada vez más a los transportistas.
Este martes, representantes del sector sostuvieron una reunión con el gobernador regional de La Libertad, César Acuña, en la que insistieron en la implementación de medidas de seguridad, como la compra de dispositivos de geolocalización, que permitirían a la Policía Nacional actuar con mayor precisión y rapidez en caso de emergencia. Los transportistas afirman que, pese a la movilización anterior, realizada el pasado 22 de octubre, los índices de criminalidad no han mostrado ninguna mejora.
“Los casos de extorsión continúan y no hemos visto una disminución en las amenazas y ataques contra transportistas en la región”, expresó Guerra. Este tipo de delitos afecta directamente a conductores y pasajeros, generando un ambiente de temor en el sector.
El paro del pasado 22 de octubre movilizó a cientos de trabajadores de distintas empresas de transporte en la región. Desde tempranas horas, transportistas, profesores y comerciantes se unieron a la protesta en las principales calles de Trujillo y otras provincias, en una manifestación que transcurrió pacíficamente. Muchos manifestantes, identificados con los uniformes de las empresas para las que laboran, expresaron su indignación ante la falta de seguridad.
Además de los transportistas, la marcha recibió el respaldo de distintos sectores, como profesores y comerciantes de los mercados de Trujillo, quienes cerraron sus establecimientos en apoyo a las demandas de mayor seguridad.
Según los líderes de la movilización, el impacto de la extorsión en la región se ha vuelto insostenible, afectando tanto al sector de transporte como a la ciudadanía. El gremio exige al gobierno regional y a las autoridades de seguridad nacionales respuestas concretas para reducir el crimen en una zona cada vez más afectada por organizaciones delictivas.
Con este segundo paro, los transportistas buscan que sus reclamos sean atendidos, pidiendo no solo protección para sus trabajadores, sino también para toda la población. La exigencia de instalar sistemas de geolocalización forma parte de un conjunto de medidas que, según afirman, debe ser implementado con urgencia.
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